lunes, 26 de julio de 2010

LA EXISTENCIA TE ESTA RESPIRANDO

No intentes respirar profundamente,
no intentes inhalar o exhalar, no hagas nada.

Relájate simplemente dejando que la respiración
fluya naturalmente y tendrás muchas cosas
al alcance de la mano.

La primera es que la respiración se puede entender
de dos formas diferentes, porque es un puente.

Puedes tomarlo por un acto voluntario.
Si quieres inhalar profundamente,
inhalas profundamente;
si quieres exhalar profundamente,
puedes exhalar profundamente.
Puedes intervenir en ella.
Una parte está unida a ti, pero si no haces nada, la respiración continúa de todas formas.

También es involuntaria.

La otra parte está unida a la existencia misma.

Puedes pensar en ella como si la estuvieses tomando, respirando, o puedes pensar justo lo contrario,
como si te estuviese respirando.

Y hay que entender esta otra forma
porque te llevará a una profunda relajación.

No es que estés respirando,
sino que la existencia te está respirando.

Es un cambio de la gestalt y sucede espontáneamente.

Si te sigues relajando, aceptándolo todo, aceptándote, poco a poco, te darás cuenta de que tú no estás tomando esas respiraciones sino que están yendo y viniendo por su cuenta.
Con tanta gracia, con tanta dignidad, con tanto ritmo, con un ritmo tan armonioso.

¿Quién lo está haciendo?

La existencia está respirándote.

Entra dentro de ti y sale de ti.

A cada momento te rejuvenece
y vuelve a llenarte de vida.

De pronto ves la respiración como un acontecer...
y así es como debería crecer la meditación.

Puedes hacerlo en cualquier parte, incluso en medio de la calle, porque ese ruido también es divino.

Y si te sientas en silencio, podrás ver que incluso
en el ruido de la calle hay cierta armonía.
Ya no es una distracción.

Si estás en silencio puedes ver muchas cosas,
enormes olas de energía moviéndose por todas partes.

Cuando lo aceptes, lo sentirás vayas donde vayas.
OSHO

domingo, 11 de julio de 2010

FRAGANCIAS

Si tienes buen olfato, acércate a una flor
y permite que su olor te llene… luego,
poco a poco, aléjate muy lentamente de la flor,
pero sigue estando atento a su olor… a su fragancia.

A medida que te alejas, la fragancia se hará más y más sutil y necesitarás estar más consciente para sentirla.
Conviértete en la nariz.
Olvídate de todo el cuerpo y trae toda la energía a la nariz, como si sólo la nariz existiera.
Si pierdes el rastro del olor, acércate unos pocos pasos, siente nuevamente el olor y luego retrocede.

Poco a poco estarás capacitado para oler una flor
desde gran distancia.
Nadie más podrá oler esa flor desde allí.

Luego, sigue moviéndote de una manera apenas perceptible, haciendo que el objeto se vuelva más sutil, y entonces llegará un momento en que no te será posible captar el olor.

Ahora, huele la ausencia en donde estaba la fragancia sólo un momento antes… ya no está allí.

Esa es la otra parte de tu ser… la parte ausente…
la parte oscura.

Si puedes oler la ausencia del olor, si puedes sentirlo, se vuelve una diferencia.

Entonces el objeto se ha vuelto muy sutil.

Ahora te estás acercando al estado de no-pensamiento del Samadhi.
OSHO