domingo, 14 de octubre de 2012

MEDITACIÓN DE LA GUILLOTINA




 
 
Una de las hermosas meditaciones tántricas:
camina e imagina que la cabeza ya no está ahí, tan sólo el cuerpo.
 
Siéntate e imagina que la cabeza ya no está allí, sólo el cuerpo… continuamente recuerda que la cabeza ya no está ahí… visualízate a ti mismo sin la cabeza.
Ten un retrato ampliado de ti mismo sin la cabeza… míralo.
 
Permite que tu espejo esté más bajo en el baño, de manera que cuando te mires, no puedas ver tu cabeza… sólo el cuerpo.
 
Unos pocos días de recordación y sentirás que viene a ti tal liviandad, un silencio tan tremendo… porque el problema es la cabeza.
 
Si puedes concebirte a ti mismo sin cabeza, y eso puede ser concebido sin ninguna dificultad, pronto te centrarás más y más en el corazón.
 
En este mismo instante te puedes visualizar a ti mismo descabezado… entonces comprenderás de inmediato lo que te estoy diciendo.
 
OSHO

domingo, 24 de junio de 2012

ABRE LOS PÉTALOS DE TU CORAZÓN









A veces el corazón está ahí pero es como un capullo, no como una flor.

Sin embargo, el capullo puede abrirse.

Haz lo siguiente: inicia un proceso de respiración.

Hazlo siempre que tu estómago esté vacío, antes de comer o tres horas después de haber comido.

Saca todo el aire: espira profundamente, mete el estómago y saca todo el aire.

Cuando sientas que ya no hay aire, sostén tanto tiempo como puedas, unos dos o tres minutos.

Tres minutos es lo mejor.

Será muy difícil, pero poco a poco serás capaz de hacerlo; estarás completamente necesitado de aire y entonces entrará como un torrente.

Sentirás mucha alegría y una gran vitalidad con ese torrente, y esto ayudará a que se abra tu corazón.

Necesitas algo que penetre tu corazón, y puedes hacer esta respiración siempre que quieras.

No lo hagas más de siete veces por sesión.

Puedes hacerlo tres, cuatro o cinco veces por día o incluso más; con eso no hay problema.

Pero recuerda hacerlo con el estómago vacío, para que realmente puedas sacar todo el aire.

Entonces déjalo fuera tanto tiempo como puedas.

No te asustes, no te morirás, pues siempre que se vuelva imposible sostenerlo, perderás el control y el aire entrará.

Poco a poco serás capaz de mantener el aire fuera durante tres minutos y entonces, cuando entre de manera torrencial, abrirá los pétalos de tu corazón.

Ésta es una de las maneras más eficaces de abrir el corazón.



OSHO






lunes, 21 de mayo de 2012

LEVÁNTATE CON EL SOL






Quince minutos antes de que salga el sol, cuando el cielo se va aclarando un poco, simplemente espera y observa cómo se espera al amado: tan alerta, con una espera tan profunda, tan esperanzado y animado; y sin embargo en silencio.

Entonces deja que salga el sol y sigue observando.

No hace falta fijar la mirada; puedes parpadear.

Siente que algo dentro de ti sale simultáneamente.

Cuando el sol salga sobre el horizonte, empieza a sentir que está cerca de tu ombligo.

El sol sale allí, y aquí, dentro del ombligo, va subiendo, subiendo lentamente.

El sol está saliendo allí, y dentro del ombligo se está elevando un pequeño punto de luz.

Basta con diez minutos.

Luego, cierra los ojos.

Cuando ves por primera vez el sol con los ojos abiertos, se crea una imagen negativa en la retina, y cuando cierras los ojos puedes ver dentro de ti un sol resplandeciente.

Esto te cambiará enormemente.


OSHO


domingo, 26 de febrero de 2012

COMO SI DESAPARECIERAS



En algunos monasterios del Tíbet todavía se practica una de las meditaciones más antiguas que existen.

Esa meditación se basa en la verdad que te estoy diciendo.

Enseñan que algunas veces puedes, simplemente, desaparecer.

Sentado en el jardín, empieza a sentir que estás desapareciendo.

Simplemente, observa el aspecto que tiene el mundo cuando te has ido de él, cuando tú ya no estás en él, cuando te has vuelto absolutamente transparente.

Intenta no estar aunque sea por un instante.

En tu propia casa, estate como si no existieras.

Piensa que un día no estarás.

Un día te habrás ido, estarás muerto; la radio todavía continuará, tu esposa todavía preparará el desayuno, tus niños todavía estarán preparándose para ir a la escuela.

Piensa que hoy te has ido, que no estás.

Conviértete en un fantasma.

Siéntate en la silla y, simplemente, desaparece; simplemente, piensa: «Ya no tengo realidad: no existo».

Y observa que la casa continúa.

Habrá una paz y un silencio inmensos.

Todo continuará tal como es.

Sin ti, todo continuará tal como es.

Nada se echará de menos.

Entonces, ¿qué sentido tiene estar siempre ocupado, haciendo algo, obsesionado con la acción?

¿Qué sentido tiene?

Tú te irás y todo lo que hayas hecho desaparecerá, como si hubieses escrito tu nombre en la arena y luego el viento hubiese borrado la firma y todo se hubiese acabado.

Has de estar como si no hubieras existido nunca.

Es, sin duda, una hermosa meditación.

Puedes intentarla muchas veces en veinticuatro horas.

Con medio segundo será suficiente; durante medio segundo, simplemente, detente... no estés... y que el mundo continúe.

Según vayas tomando más consciencia del hecho de que el mundo continúa perfectamente sin ti, podrás conocer otra parte de tu ser que lleva mucho tiempo abandonada, vidas, que es la modalidad receptiva.

Simplemente, permites; simplemente, te convierte en una puerta.

Las cosas siguen ocurriendo sin ti.


OSHO