Pon toda tu atención en el nervio, delicado como el estambre del loto, del centro de tu columna vertebral.
Así, sé transformado.
Para esta técnica de meditación, uno tiene que cerrar los ojos y visualizar su columna vertebral.
Es bueno mirar en algún libro de fisiología la estructura del cuerpo.
Entonces cierra los ojos y visualiza tu columna vertebral.
Deja que la columna esté recta, erguida.
Visualízala, vela, y justo en medio de ella visualiza un nervio, delicado como el estambre del loto, que recorre el centro de tu columna vertebral.
...Así sé transformado.
Si puedes, concéntrate en la columna vertebral, y luego en un hilo en el centro de ella; en un nervio muy delicado como un estambre de loto que lo atraviesa.
Concéntrate en él, y esta concentración misma te arroja a tu centro.
¿Por qué?
La columna vertebral es la base de toda tu estructura corporal.
Todo está ligado a ella.
Tu columna está conectada con todo tu cuerpo; todo está conectado con ella.
Por eso se llama la columna, la base.
En esta columna hay realmente algo como un hilo, pero los fisiólogos no dicen nada sobre ello porque no es material.
En esta columna, justo en el centro, hay un cordón de plata:
un nervio muy delicado.
No es realmente un nervio en el sentido fisiológico.
No puedes operar y encontrarlo; no lo encontrarás ahí.
Pero en meditación profunda se ve.
Está ahí; es inmaterial.
Es energía, no materia.
Y en realidad, ese cordón de energía en tu columna vertebral es tu vida.
Mediante eso estás relacionado con la existencia invisible, y mediante eso estás relacionado también con lo visible.
Eso es el puente entre lo invisible y lo visible.
Mediante ese hilo estás relacionado con tu cuerpo, y mediante ese hilo estás relacionado también con tu alma.
Primero, visualiza la columna.
Al principio te sentirás muy raro, serás capaz de visualizarla, pero a modo de ilusión.
Y si persistes en el empeño, dejará de ser sólo tu imaginación.
Te volverás capaz de ver tu columna vertebral.
Cuando la columna vertebral está absolutamente recta, esa especie de hilo de fuerza se ve fácilmente.
... Así, sé transformado.
Una vez que puedas sentir, concentrarte y percibir este hilo, te llenarás de una nueva luz.
La luz vendrá de tu columna vertebral.
Se expandirá por todo tu cuerpo; puede que incluso vaya más allá de tu cuerpo.
Cuando se toca, se ve, se percibe el hilo de la columna vertebral, comienza a crecer un aura a tu alrededor.
... Así, sé transformado.
Llénate de esa luz y sé transformado.
Entonces visualiza tu columna vertebral, y en el medio un cordón de plata que la recorre.
Primero puede que parezca imaginación, pero poco a poco notarás que esa imaginación ha desaparecido y que tu mente se ha enfocado en esa columna vertebral.
Y entonces verás tu propia columna.
En el momento en que veas el núcleo interno, sentirás una explosión de la luz dentro de ti.
Cierra los ojos y siente tu cuerpo.
Relájate.
Concéntrate en la columna vertebral.
...Así, sé transformado.
Y serás transformado con ello.
...Así sé transformado.
Si puedes, concéntrate en la columna vertebral, y luego en un hilo en el centro de ella; en un nervio muy delicado como un estambre de loto que lo atraviesa.
Concéntrate en él, y esta concentración misma te arroja a tu centro.
¿Por qué?
La columna vertebral es la base de toda tu estructura corporal.
Todo está ligado a ella.
Tu columna está conectada con todo tu cuerpo; todo está conectado con ella.
Por eso se llama la columna, la base.
En esta columna hay realmente algo como un hilo, pero los fisiólogos no dicen nada sobre ello porque no es material.
En esta columna, justo en el centro, hay un cordón de plata:
un nervio muy delicado.
No es realmente un nervio en el sentido fisiológico.
No puedes operar y encontrarlo; no lo encontrarás ahí.
Pero en meditación profunda se ve.
Está ahí; es inmaterial.
Es energía, no materia.
Y en realidad, ese cordón de energía en tu columna vertebral es tu vida.
Mediante eso estás relacionado con la existencia invisible, y mediante eso estás relacionado también con lo visible.
Eso es el puente entre lo invisible y lo visible.
Mediante ese hilo estás relacionado con tu cuerpo, y mediante ese hilo estás relacionado también con tu alma.
Primero, visualiza la columna.
Al principio te sentirás muy raro, serás capaz de visualizarla, pero a modo de ilusión.
Y si persistes en el empeño, dejará de ser sólo tu imaginación.
Te volverás capaz de ver tu columna vertebral.
Cuando la columna vertebral está absolutamente recta, esa especie de hilo de fuerza se ve fácilmente.
... Así, sé transformado.
Una vez que puedas sentir, concentrarte y percibir este hilo, te llenarás de una nueva luz.
La luz vendrá de tu columna vertebral.
Se expandirá por todo tu cuerpo; puede que incluso vaya más allá de tu cuerpo.
Cuando se toca, se ve, se percibe el hilo de la columna vertebral, comienza a crecer un aura a tu alrededor.
... Así, sé transformado.
Llénate de esa luz y sé transformado.
Entonces visualiza tu columna vertebral, y en el medio un cordón de plata que la recorre.
Primero puede que parezca imaginación, pero poco a poco notarás que esa imaginación ha desaparecido y que tu mente se ha enfocado en esa columna vertebral.
Y entonces verás tu propia columna.
En el momento en que veas el núcleo interno, sentirás una explosión de la luz dentro de ti.
Cierra los ojos y siente tu cuerpo.
Relájate.
Concéntrate en la columna vertebral.
...Así, sé transformado.
Y serás transformado con ello.
OSHO
1 comentario:
Muchas gracias por todos sus artículos sobre meditacion, sin duda muy interesantes!
GRACIAS!
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