lunes, 11 de noviembre de 2013

CUANDO TENGAS IRA.. JADEA COMO UN PERRO


 
 





Es difícil trabajar con la ira directamente,
porque puede estar profundamente reprimida.
 
Por lo tanto, trabaja indirectamente.
 
El correr ayudará a evaporar mucha ira
y mucho miedo.
 
Cuando estás corriendo durante un tiempo largo y respirando profundamente,
la mente deja de funcionar y el cuerpo toma las riendas.
 
Y un pequeño ejercicio será de mucha ayuda.
 
Cuando alguien no va más abajo del estómago,
más abajo del vientre, y es,
de alguna manera, superficial,
puede caminar y jadear como un perro.
 
Puede sacar la lengua y dejarla colgar hacia abajo,
y actuar tal como un perro y jadear.
 
Cuando alguien no puede respirar,
tiene un bloqueo allí,
el jadeo puede ser muy significativo.
 
Si jadea durante media hora,
su ira fluirá muy hermosamente,
su cuerpo completo se involucrará en ello.
 
De manera que puedes intentar esto en tu cuarto alguna vez.
 
Puedes usar un espejo y ladrarle y gruñirle.
 
Dentro de tres semanas,
sentirás que las cosas van más profundo.
 
Una vez que la ira ha sido liberada,
se ha ido, te sentirás libre.
 
 
OSHO
 

lunes, 2 de septiembre de 2013

TOMANDO CONSCIENCIA DEL HARA









CUANDO NO TENGAS NADA QUE HACER, SIÉNTATE EN SILENCIO, MIRA HACIA DENTRO Y LLEGA AL VIENTRE
(EL CENTRO CONOCIDO COMO HARA, CINCO CENTÍMETROS DEBAJO DEL OMBLIGO)
Y PERMANECE AHÍ.
 
ESO HARÁ QUE TUS ENERGÍAS VITALES SE CENTREN.
 
SÓLO TIENES QUE MIRAR HACIA DENTRO Y EMPEZARÁ A FUNCIONAR;
SENTIRÁS QUE LA VIDA ENTERA GIRA ALREDEDOR DE ESE CENTRO.
 
ES DESDE EL HARA QUE EMPIEZA LA VIDA Y EN ÉL TERMINA.
 
TODOS NUESTROS CENTROS DE ENERGÍA ESTÁN ALEJADOS;
EL HARA QUEDA EXACTAMENTE EN EL CENTRO.
 
ES AHÍ DONDE ESTAMOS EQUILIBRADOS Y ENRAIZADOS.
 
UNA VEZ QUE TOMAS CONSCIENCIA DEL HARA, EMPIEZAN A SUCEDER MUCHAS COSAS.
 
POR EJEMPLO, CUANTO MÁS RECUERDES EL HARA, MENOS PENSAMIENTOS HABRÁ.
 
AUTOMÁTICAMENTE SE REDUCIRÁ EL PENSAMIENTO, PUES SE MOVERÁ MENOS ENERGÍA A LA CABEZA E IRÁ AL HARA.
 
CUANTO MÁS PIENSES EN EL HARA, CUANTO MÁS TE CONCENTRES AHÍ, VERÁS QUE SURGE MÁS DISCIPLINA EN TI.
 
LLEGA NATURALMENTE, NO TIENE QUE FORZARSE.
 
CUANTO MÁS CONSCIENTE ESTÉS DEL CENTRO DEL HARA, MENOS MIEDO TENDRÁS DE LA VIDA Y DE LA MUERTE, PUES ES EL CENTRO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE.
 
UNA VEZ QUE ENTRES EN SINTONÍA CON EL CENTRO DEL HARA, PODRÁS VIVIR CON VALENTÍA.
 
A PARTIR DE ESO SURGE LA VALENTÍA:
MENOS PENSAMIENTO, MÁS SILENCIO, MENOS MOMENTOS SIN CONTROL, DISCIPLINA NATURAL, ENRAIZAMIENTO Y ASENTAMIENTO.
 
OSHO
 

SONRISA INTERNA






 
CUANDO ESTÉS SENTADO SIN NADA QUE HACER, RELAJA LA MANDÍBULA INFERIOR Y ABRE LIGERAMENTE LA BOCA.
 
EMPIEZA A RESPIRAR DESDE LA BOCA, PERO SIN PROFUNDIDAD.
 
DEJA QUE EL CUERPO RESPIRE, DE MODO QUE LA RESPIRACIÓN SEA SUPERFICIAL Y SE HAGA CADA VEZ MÁS SUPERFICIAL.
 
Y CUANDO SIENTAS QUE LA RESPIRACIÓN ES MUY SUPERFICIAL Y TENGAS LA BOCA Y LA MANDÍBULA SUELTAS, TODO TU CUERPO SE SENTIRÁ MUY RELAJADO.
 
EN ESE MOMENTO, EMPIEZA A SENTIR UNA SONRISA:
 NO EN LA CARA, SINO EN TODO TU SER INTERNO.
 


NO ES UNA SONRISA QUE VIENE DE LOS LABIOS:
ES UNA SONRISA EXISTENCIAL QUE SE EXTIENDE POR DENTRO.
NO HACE FALTA SONREÍR CON LOS LABIOS DEL ROSTRO, ES COMO SI SONRIERAS DESDE EL VIENTRE.
 
Y ES UNA SONRISA, NO UNA RISA, DE MODO QUE ES MUY, MUY SUAVE, DELICADA, FRÁGIL, COMO UNA PEQUEÑA ROSA QUE SE ABRE EN EL VIENTRE, PERMITIENDO QUE SU FRAGANCIA SE EXTIENDA POR TODO EL CUERPO.
 
CUANDO CONOZCAS QUÉ ES ESTA SONRISA, PODRÁS SENTIRTE FELIZ DURANTE 24 HORAS.
 
Y CUANDO SIENTAS QUE ESTÁS PERDIENDO ESA FELICIDAD, CIERRA LOS OJOS, Y RETOMA OTRA VEZ ESA SONRISA, QUE VOLVERÁ A ESTAR AHÍ.
 
DURANTE EL DÍA PUEDES RECUPERAR LA SONRISA INTERNA TODAS LAS VECES QUE QUIERAS.
 
SIEMPRE ESTÁ ALLÍ.
 
OSHO
 
 


domingo, 16 de junio de 2013

PON TU CONSCIENCIA EN TU COLUMNA VERTEBRAL.

 
 
 
 
 
 


Pon toda tu atención en el nervio, delicado como el estambre del loto, del centro de tu columna vertebral.
 Así, sé transformado.


Para esta técnica de meditación, uno tiene que cerrar los ojos y visualizar su columna vertebral.

Es bueno mirar en algún libro de fisiología la estructura del cuerpo.

Entonces cierra los ojos y visualiza tu columna vertebral.

Deja que la columna esté recta, erguida.
 
Visualízala, vela, y justo en medio de ella visualiza un nervio, delicado como el estambre del loto, que recorre el centro de tu columna vertebral.

...Así sé transformado.

Si puedes, concéntrate en la columna vertebral, y luego en un hilo en el centro de ella; en un nervio muy delicado como un estambre de loto que lo atraviesa.


Concéntrate en él, y esta concentración misma te arroja a tu centro.

¿Por qué?

La columna vertebral es la base de toda tu estructura corporal.

Todo está ligado a ella.

Tu columna está conectada con todo tu cuerpo; todo está conectado con ella.

Por eso se llama la columna, la base.

En esta columna hay realmente algo como un hilo, pero los fisiólogos no dicen nada sobre ello porque no es material.

En esta columna, justo en el centro, hay un cordón de plata:
un nervio muy delicado.


No es realmente un nervio en el sentido fisiológico.

No puedes operar y encontrarlo; no lo encontrarás ahí.

Pero en meditación profunda se ve.

Está ahí; es inmaterial.

Es energía, no materia.

Y en realidad, ese cordón de energía en tu columna vertebral es tu vida.

Mediante eso estás relacionado con la existencia invisible, y mediante eso estás relacionado también con lo visible.

Eso es el puente entre lo invisible y lo visible.

Mediante ese hilo estás relacionado con tu cuerpo, y mediante ese hilo estás relacionado también con tu alma.

Primero, visualiza la columna.

Al principio te sentirás muy raro, serás capaz de visualizarla, pero a modo de ilusión.

Y si persistes en el empeño, dejará de ser sólo tu imaginación.

Te volverás capaz de ver tu columna vertebral.

Cuando la columna vertebral está absolutamente recta, esa especie de hilo de fuerza se ve fácilmente.

... Así, sé transformado.

Una vez que puedas sentir, concentrarte y percibir este hilo, te llenarás de una nueva luz.

La luz vendrá de tu columna vertebral.

Se expandirá por todo tu cuerpo; puede que incluso vaya más allá de tu cuerpo.


Cuando se toca, se ve, se percibe el hilo de la columna vertebral, comienza a crecer un aura a tu alrededor.

... Así, sé transformado.

Llénate de esa luz y sé transformado.

Entonces visualiza tu columna vertebral, y en el medio un cordón de plata que la recorre.

Primero puede que parezca imaginación, pero poco a poco notarás que esa imaginación ha desaparecido y que tu mente se ha enfocado en esa columna vertebral.

Y entonces verás tu propia columna.

En el momento en que veas el núcleo interno, sentirás una explosión de la luz dentro de ti.

Cierra los ojos y siente tu cuerpo.

Relájate.

Concéntrate en la columna vertebral.

...Así, sé transformado.

Y serás transformado con ello.
 
 
 
 
 OSHO
 
 
 
 


domingo, 24 de marzo de 2013

RECUPERANDO EL RITMO PARA DORMIR BIEN




Vete a dormir a la misma hora con regularidad:
si es a las once de la noche, que sea a las once.
 
Mantén esa hora regular y pronto el cuerpo entrará en un ritmo.
 
No cambies la hora, porque confundirás al cuerpo.
 
Hay un ritmo biológico y el cuerpo le ha perdido la pista.
 
Así que si decides ir a la cama a las once, que sea fijo;
suceda lo que suceda tendrás que acostarte a las once.
 
Puedes decidir que sean las doce, no importa la hora, pero tiene que ser regular.
 
Ése es el primer paso.
 
Antes de acostarte, baila vigorosamente durante media hora para que el cuerpo pueda deshacerse de todas sus tensiones.
 
De modo que si te vas a dormir a las once, empieza a bailar a las diez.
 
Baila hasta las diez y media.
 
Luego toma una ducha o un baño caliente.
 
Relájate en el baño durante quince minutos.
 
Deja que todo el cuerpo se relaje.
 
Primero el baile para que todas las tensiones salgan, luego una ducha caliente.
 
Un baño caliente es mucho mejor que una ducha, porque puedes acostarte en la bañera durante media hora o quince o veinte minutos y relajarte.
 
Luego come algo, cualquier cosa caliente estará bien, no fría.
 
Bastaría con leche caliente; luego acuéstate.
 
Y nunca leas antes de dormir.
 
Apaga la luz y duérmete.
 
No te preocupes por que el sueño llegue o no.
 
Si no llega, quédate acostado en silencio y fíjate en tu respiración.
 
No respires demasiado intensamente, ya que eso te mantendría despierto.
 
Deja la respiración tal cual, en silencio, pero sigue fijándote en ella:
entra y sale, entra y sale...
 
Es un proceso tan monótono que pronto estarás bien dormido.
 
Todo lo monótono ayuda.
 
Y la respiración es absolutamente monótona, no cambia...
 
Sale y entra y sale y entra...
 
Si no llega el sueño, no te levantes.
 
Pase lo que pase quédate en la cama, relajado.
 
Aunque no llegue el sueño, relajarse es casi tan valioso como dormir;
sólo un poco menos valioso, eso es todo.
 
Si dormir te da un descanso del ciento por ciento, relajarte en la cama te dará un noventa por ciento.
 
Pero no te levantes, si no perturbarás el ritmo.
 
Al cabo de pocos días verás que llega el sueño.
 
También hay que fijar la hora exacta de levantarse por la mañana.
 
Aunque no hayas dormido en toda la noche, no importa;
cuando suene el despertador tienes que levantarte.
 
No te vuelvas a dormir durante el día porque así puedes perturbar el ritmo.
 
¿Cómo podrá tu cuerpo adoptar un ritmo?
 
No duermas durante el día; olvídalo.
 
Espera a la noche y a las once te volverás a acostar.
 
Que el cuerpo esté hambriento de sueño.
 
Así, de las once a las seis... siete horas son suficientes.
 
Aun cuando durante el día tengas ganas de dormir, ve a caminar, lee, canta o escucha música, pero no duermas.
 
Resiste esa tentación.
 
La finalidad es devolver el cuerpo a un círculo rítmico.
 
 
OSHO
 
 

jueves, 10 de enero de 2013

CADA MAÑANA DESBLOQUEA TU ENERGÍA SEXUAL






 
Cada mañana después de dormir
ponte en medio de la habitación
y sacude todo el cuerpo.
 
¡Conviértete en una coctelera!
 
Sacude todo el cuerpo,
desde la punta del pie
hasta la cabeza
y siente que es casi orgásmico...
como si estuvieras experimentando
un orgasmo sexual.
 
Disfrútalo, nútrelo
y si sientes ganas de emitir algún sonido, hazlo.
 
Disfrútalo durante diez minutos.
 
Después frota todo el cuerpo con una toalla seca
y date un baño.
 
Hazlo todas las mañanas.

 
OSHO