miércoles, 25 de mayo de 2011

CAMBIANDO PATRONES




¿Te sientes triste?


Baila o ponte bajo la ducha y ve la tristeza desaparecer a medida que lo hace el calor corporal.


Siente que con el agua que cae sobre ti,

la tristeza se va junto con el sudor

y el polvo que salen de tu cuerpo.


Observa qué ocurre.


Procura poner a la mente en una situación tal

que no pueda funcionar como antes.


Cualquier cosa servirá.


De hecho, todas las técnicas que se han desarrollado

a lo largo de los siglos no son más que formas

de intentar distraer la mente de sus viejos patrones.


Por ejemplo, si te sientes enfadado, simplemente

toma unas cuantas respiraciones profundas.


Inspira profundo y espira profundo durante sólo

dos minutos, y después mira dónde está tu enfado.


Así confundes la mente,

que no puede correlacionar las dos cosas.


De modo que haz cualquier cosa,

pero nunca la repitas; eso es lo importante.


De otro modo, si cada vez que te sientes triste

tomas una ducha, la mente entrará en ese hábito.


Y después de tres o cuatro veces la mente aprende:
«Está bien. Estás triste. Por eso te estás duchando»


Entonces la ducha se convierte

en parte integrante de tu tristeza.


No, no lo repitas.
Simplemente sigue confundiendo a la mente cada vez.


Sé innovador, sé imaginativo.


Tu compañero dice algo y tú te sientes triste.


Generalmente, cuando ocurre esto,

quieres golpearle o lanzarle algo.


Esta vez, cambia:
¡Dale un abrazo!


¡Dale un gran beso y déjale perplejo a él también!


Tu mente estará perpleja y él estará perplejo.


De repente, las cosas no son igual.
Entonces verás que la mente es un mecanismo

y que, con lo nuevo, simplemente se siente perdida;

no puede lidiar con lo nuevo.


Abre la ventana y deja que entre la brisa fresca.


OSHO



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