Una de las hermosas meditaciones tántricas:
camina e imagina que la cabeza ya no está ahí, tan sólo el cuerpo.
Siéntate e imagina que la cabeza ya no está
allí, sólo el cuerpo… continuamente recuerda que la cabeza ya no está ahí…
visualízate a ti mismo sin la cabeza.
Ten un retrato ampliado de ti mismo sin la
cabeza… míralo.
Permite que tu espejo esté más bajo en el baño,
de manera que cuando te mires, no puedas ver tu cabeza… sólo el cuerpo.
Unos pocos días de recordación y sentirás que
viene a ti tal liviandad, un silencio tan tremendo… porque el problema es la
cabeza.
Si puedes concebirte a ti mismo sin cabeza, y
eso puede ser concebido sin ninguna dificultad, pronto te centrarás más y más
en el corazón.
En este mismo instante te puedes visualizar a
ti mismo descabezado… entonces comprenderás de inmediato lo que te estoy
diciendo.
OSHO
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