Quince minutos antes de que
salga el sol, cuando el cielo se va aclarando un poco, simplemente espera y
observa cómo se espera al amado: tan
alerta, con una espera tan profunda, tan esperanzado y animado; y sin embargo
en silencio.
Entonces deja que salga el
sol y sigue observando.
No hace falta fijar la
mirada; puedes parpadear.
Siente que algo dentro de ti
sale simultáneamente.
Cuando el sol salga sobre el
horizonte, empieza a sentir que está cerca de tu
ombligo.
El sol sale allí, y aquí, dentro del
ombligo, va subiendo, subiendo lentamente.
El sol está saliendo allí, y dentro del ombligo se está elevando un pequeño punto de luz.
Basta con diez minutos.
Luego, cierra los ojos.
Cuando ves por primera vez
el sol con los ojos abiertos, se crea una imagen negativa en la retina, y
cuando cierras los ojos puedes ver dentro de ti un sol resplandeciente.
Esto te cambiará enormemente.
OSHO
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