en la que participan el cuerpo y el alma.
Y por eso ha sido usada
como uno de los más poderosos métodos de meditación...
Porque extiende un puente entre los dos infinitos:
el material y el espiritual.
Cuando te sientes, simplemente escucha lo que esté pasando.
Hay un mercado y hay mucho ruido y tráfico.
Puedes oír un tren y un avión...
Escucha, sin pensar con la mente que hay muchos ruidos.
Escucha como sueles escuchar música, con simpatía.
De repente verás que la cualidad del ruido ha cambiado.
Ya no te distrae, ya no te molesta.
Al contrario, se vuelve un gran alivio.
Si escuchas adecuadamente,
incluso el mercado se convierte en una melodía.
Entonces, no importa tanto qué escuches.
La cuestión es Escuchar, no sólo oír.
E incluso si estás escuchando algo
que creías que no merecía la pena escuchar,
escúchalo con muchas ganas,
como si escucharas una sonata de Beethoven...
De repente te darás cuenta de que su cualidad ha cambiado.
Se ha vuelto muy hermoso.
OSHO