Cuando aspiras no solo estás tomando aire, también estás tomando vida.
Sin aire la vida desaparecerá.
La vida existe a través del aire; es la parte invisible del aire.
La respiración es como la flor
y la vida es como la fragancia que
la rodea.
Cuando respiras sucede un
proceso doble.
Cuanto más profundo va la respiración,
más profundamente te llenas de
vida;
cuanto mejor respires,
más larga podrá ser tu vida.
No te estoy diciendo que
vivas mucho tiempo, porque puedes tener una vida larga
pero estúpida.
La duración no en absoluto la cuestión;
la intensidad, la profundidad es la cuestión.
No estoy interesado en una
vida larga.
¿De qué sirve eso?
Si eres estúpido, mejor morir antes.
Pero el secreto está aquí:
está en la respiración.
La respiración es un vehículo de dos energías: una es el
aire visible, el aire tangible, que contiene oxígeno; y en alguna parte en torno al oxígeno está el élan vital, el prana, que hace que estés cada vez más profundamente vivo, llameante de vida.
De manera que cuando te
sientas adormilado, simplemente observa tu respiración
y el adormecimiento desaparecerá.
Y debido a la respiración entrará en ti más vida; tu indolencia desaparecerá.
OSHO
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