EN LA NOCHE,
APAGA LA LUZ,
SIÉNTATE EN
TU CAMA
Y CIERRA LOS
OJOS.
IMAGÍNATE A TI
MISMO EN UN BOSQUE...
ÁRBOLES
GRANDES, VERDES, SALVAJES.
IMAGÍNATE
QUE ESTÁS PARADO ALLÍ,
Y LUEGO
COMIENZAS A MOVERTE.
DEJA QUE LAS
COSAS OCURRAN, NO LAS FUERCES.
NO DIGAS:
“QUISIERA
ACERCARME A ESE ÁRBOL”.
NO, SÓLO
DÉJATE LLEVAR POR EL MOVIMIENTO.
CAMINANDO EN
EL BOSQUE DURANTE CINCO O SIETE MINUTOS, LLEGARÁS CERCA DE UNA CUEVA.
SIENTE TODO
EN DETALLE:
LA TIERRA
DEBAJO, TOCA CON TU MANO LAS PAREDES DE PIEDRA DE LA CUEVA, SIENTE LA TEXTURA,
LA FRIALDAD.
CERCA DE LA
CUEVA HAY UNA CASCADA.
LA
ENCONTRARÁS.
UNA PEQUEÑA
CASCADA...
Y EL SONIDO
DEL AGUA CAYENDO.
ESCÚCHALA Y
ESCUCHA EL SILENCIO DEL BOSQUE Y LOS PÁJAROS.
BRÍNDATE LA
EXPERIENCIA TOTAL.
ENTONCES,
SIÉNTATE EN LA CUEVA Y COMIENZA A MEDITAR.
ESTA ES UNA
MEDITACIÓN DENTRO DE OTRA MEDITACIÓN.
¿HAS VISTO
LAS CAJAS CHINAS?
UNA CAJA
DENTRO DE OTRA CAJA, DENTRO DE OTRA CAJA...
OSHO